domingo, 18 de enero de 2009

En sueños... y despierta... una vez más... no sé vivir sin ti!


Acabo de despertarme llorando desconsoladamente. Llorando como hacía tiempo que no lo hacía, como la pena diera urgencia a mis ojos y a mi pecho, y la angustia se apoderara de mí. Como si tanta pena no me cupiera en el cuerpo y luchara por salir pronto antes de explotar dentro.
Para ser sincera debo decir que me he despertado balbuceando y desorientada, y que ha sido al comprender dónde estaba cuando ya no he podido reprimirme más. Sólo me ha dado tiempo a comprender una cosa: le he perdido.
En mi sueño me encontraba con mi ex en el supermercado. Él seguía arrebatadoramente prudente, contando siempre sus palabras como si fueran perlas, mirando a la persona fijamente cuando le habla como si no hubiese nada más importante en el mundo. Siempre me encantó su forma de ser, esa tranquilidad que emanan cada uno de sus poros como si la vida no tuviera ninguna complicación si te la planteas del modo correcto. Era como si tuviera horchata en la sangre, y yo fuego.
Yo soy una persona nerviosa, hablo rápido y demasiado, me muevo con urgencia y me molesta perder el tiempo. Todo lo contrario.
Pensé que seguiríamos juntos hasta el final de los tiempos por eso, porque los dos nos complementábamos a la perfección.
En el sueño, mi ex me proponía llevarme a casa y yo le dejaba, haciendo todas esas cosas que hago cuando quiero meter a un chico en mi redes. Como solía hacer con él cuando se hacía el enfadado por algo. Lucía mi mejor sonrisa, hablaba lo justo, no me quejaba por nada y me concentraba en hacerle sentir interesante. Algo que a mi ex no le cuesta porque le sale de forma natural el escuchar como si lo dices fuera lo más importante del mundo, pero con la práctica creo que he llegado a conseguir algo parecido.
Entonces, aparecía por detrás una chica normal. Era morena, de estatura bajita y con la cara menos llamativa que he visto en mi vida. Ni siquiera su cuerpo era bonito. Era muy, muy normal. Y le rozó levemente el brazo por detrás a mi ex diciéndole “ya he terminado”. Y lo comprendí todo.
Comprendí que se pertenecían el uno al otro porque eran iguales. Él no tendría que ser el hielo a su lado para contrarrestar al fuego. Él podía ser como es realmente a su lado. Igual que ella. Eran dos personas repulsivamente normales que marchaban en armonía por la vida. Y en el rostro de mi ex se podía leer la tranquilidad de quien ha encontrado a la persona ideal para él, a quien no tiene que calmar, que soportar en las colas ni escuchar cuando no le apetece. Esa chica tan espantosamente normal ocupaba mi puesto y lo hacía mil veces mejor que yo. Tenía a mi ex feliz, tranquilo. Y supe que se casarían y tendrían hijos sin el más mínimo conflicto. Irían a ver los domingos a los amigos y todos coincidirían en decir lo cometida y prudente que era la pareja, como si su único cometido en toda fiesta fuera hacer sentir especial a la persona que la da, sin ser el alma de la fiesta ni hablar en exceso.
Tendrían niños normales. Ninguno sería hiperactivo ni no dejaría de hablar ni debajo del agua. Serían chicos normales que pasarían una adolescencia tranquila, sin preocuparse por aspectos como “fulanita no me llama”, “menganito no me quiere” o “mis amigas salen hasta más tarde que yo”. Así era mi ex cuando le conocí, arrebatadoramente tranquilo, como si nada pudiera alterarle, como si todo le viniera bien y supiera aceptar con un “vale” cualquier situación.
Yo, sin embargo, estoy hecha de fuego. Los espacios pequeños me comen si me quedo demasiado tiempo en ellos, me gusta hablar y gesticular cuando hablo, tiendo a dar pequeños saltos impacientes cuando me acerco a cosas que me gustan y no puedo ocultarlo cuando me enfado. Cambio mi sonrisa permanente por la cara de disgusto y soy incapaz de dirigirme a la persona con normalidad, o acabo llorando o chillando.
Y claro, aquella chica debía saber mantenerse en su lugar. Y me sentí muy, muy pequeñita a su lado. Como si ella tuviera 40 y yo no hubiese alcanzado los 20. Y quise ser diferente. Quise dejar este fuego que tengo por dentro y tanto le gusta a todos, porque no me sirve si a él no le gusta. Me sentí como cuando Ashley le dice a Escarlata en “Lo que el viento se llevó” que siempre la amará por su amor por la vida. Y después ella escucha a las chicas diciendo que los hombres se divierten con ese tipo de mujeres pero nunca se casan con ellas. Sí señor, esa era mi vida. Mi ex había pasado su juventud conmigo, contagiado por mis tonterías, mis inquietudes, mis continuos movimientos y mi urgencia por vivir, pero luego había encontrado a alguien que le permitía ser él mismo sin tener que ser la niñera de nadie, sin tener que controlar ni soportar mis cambios de humor.
Aunque quizás la encontró antes y por eso me dejó. Y en eso iba pensando en el coche, cuando aquella pareja feliz sentada en la zona delantera no se dirigía ni una palabra. Y parecía que no lo necesitaban. Parecía que a sus almas les bastaba con tenerse la una a la otra en silencio. Y pensé que quizás se encontraron cuando él aún salía conmigo. Y pensé que tenía que haber luchado por él con más empeño en aquella ocasión. No tenía que haber aceptado que me dejara sin más. Aunque si yo ya no le gustaba no podía hacer nada. Y esa realidad me estaba creando una gran ansiedad por dentro. Entonces, él no me había dejado porque se había visto superado por la situación como yo creía, sino porque yo no le gustaba, el problema era yo, era mi personalidad, que no podía competir con la madurez de aquella chica. Y me dolía que teniéndome me dejara sola para irse con ella. A su tranquilidad. A la normalidad. Como si estuviera harto de mí. Como si no pudiera seguir soportando mis historias.
Y esa idea me hizo tener una crisis de ansiedad al salir del coche. Y él salía corriendo a mis brazos, y por un instante pensé que me había equivocado y que se había visto avocado a vivir con aquella chica que no le aportaba nada, y que continuamente echaba de menos mi fuego. Aquella vida desde luego debía resultarle muy aburrida. Pero no era así, me levantó del suelo con cuidado y me preguntó mirándome a los ojos si me encontraba bien. Me perdí en la profundidad de la mirada que tanto tiempo había echado de menos y no pude más que responderle afirmativamente. Entonces, el se giraba hacia su mujer y le hacía un gesto de asentimiento. Con eso bastaba entre ellos, mientras que yo, de ser ella, me habría levantado corriendo del asiento para armar un jaleo preguntando como se encontraba, con el móvil en la mano para llamar a la ambulancia. Sentí como si ellos fueran un matrimonio de la edad de mis padres y yo una adolescente que llevaban a casa borracha o algo así. Eran toda prudencia y calma.
Entonces, como buenamente pude me deshice de su sujeción y comencé a andar muy lentamente, sintiendo como todas esas realidades caían sobre mi cuerpo. Y esta vez sabía que no soportaría mucho más. Esta era la segunda vez que me rompía el corazón y no habría una tercera. No habría ni un mañana. No iba a poder dar muchos pasos hasta que no pudiera seguir luchando. Pensé en lo tonta que era por empeñarme en ser fuerte, no como ella, a la que él amaba profundamente, que de sentirse mal seguro que no tenía fuerzas ni para andar. Pero no sabía dejar de ser yo misma, y caminé hasta que el ronroneo de su coche se alejó y pude dejar de oírles. “Se ha ido”, me dije. Y mis piernas fallaron. Caí al suelo y comencé a llorar desconsoladamente, esperando que llegara la muerte, porque aquel dolor era sobrenatural y no podría sobrevivirle mucho tiempo.

Y así me he despertado. Sabiendo que sólo hay una cosa cierta en todo el sueño, y es que mi niño pronto encontrará a alguien como él, con quien no se vea obligado a ser el hielo para canalizar su excesos y su fuerza. Alguien con quien podrá ser el mismo, lo que quiera que haya entre el hielo y el fuego, que supongo que será normalidad. Y estoy segura de que en cuanto la encuentre sabrá que no puede vivir sin ella. Y yo no seré más que pasado para él. Y no puedo vivir con esa idea. No puedo.
Tiene que haber algo que yo pueda hacer. Tiene que haber algo. Y lo voy a encontrar. Lo voy a encontrar porque no puedo perderle de nuevo. Sé que no voy a poder soportarlo.

Fuera el cielo también llora. El primer día desde que llegué aquí. No sé si él se ha contagiado de mí o al revés.

11 comentarios:

Sil dijo...

Que entrada más triste...No sé que decirte. Vaya sueño que has tenido...Sólo espero que esta noche tengas un sueño que haga que mañana te despiertes con una sonrisa de oreja a oreja!!^^

Unknown dijo...

Miriam, guapa, acabo de quedarme de piedra con lo que has escrito... y es que te entiendo PERFECTAMENTE. Me ha pasado alguna vez eso de despertarme llorando porque soñaba con él...

Sé que estarás un poco chof, pero me gustaría que vieras todas las cosas buenas que te rodean. La vida te está dando una oportunidad única, de verdad. Cambiar de aires, conocer gente nueva,..., todas esas cosas te van a hacer crecer, SEGURO.

Entiendo ese sentimiento de "algo habrá que yo pueda hacer para que todo sea como antes". Si tú crees que es así, habla con tu ex. Y si no, mira para adelante como has estado haciendo todos estos meses, después de ir despertando de la pesadilla que empezó el día que te dejó.

Me siento identificada contigo, yo también soy muy nerviosa, y él parece que no tenga sangre en las venas... Pero no cambiaría mi carácter por ningún otro, y mucho menos por alguien tan insulso como la chica de tu sueño.

No seas tonta, si él te dejó, él se lo pierde. Sé que es complicado imaginar lo imbécil que hay que ser para no estar interesado en estar con una chica como tú, que emana vida por todos y cada uno de sus poros; pero los hombres son así, lerdos por naturaleza...

Estoy convencida de que ese chico no tiene las cosas claras, y seguro que en ocasiones se arrepiente de cómo hizo las cosas contigo. Pero tienen miedo, son así, cobardes.

Sé que parece que das pasos atrás, que lo malo vuelve en un abrir y cerrar de ojos... Pero piensa en lo bueno de estar en una ciudad nueva, donde nadie te conoce, donde puedes ser tú misma porque nadie sabe lo que has pasado, porque nadie te va a examinar para saber cómo estás... A mí me gustaría cambiar de aires, salir de esta espiral en la que me encuentro, empezar a respirar sola, sin ayuda...

Antes me ha llamado. Me ha pedido perdón por no cogerme el teléfono y por haber estado desaparecido todos estos días. Dice que el otro día se agobió y que necesitaba desconectar de todo. Me ha reconocido que no ha hecho las cosas bien, que no me trató como me merezco la otra noche ni todos estos días.

Dice que no sabe lo que va a pasar, que quiere estar conmigo y que se agobia porque ve que las cosas van lentas. Le he preguntado si alguna vez ha sentido que me había perdido, y me ha dicho que estos días sí lo ha sentido. Que se ha sentido mal.

Si realmente quisiera mandar todo esto a la mierda, se supone que estos días de desconexión se habría sentido aliviado, no? Así es que sus palabras me han hecho recuperar un poco las fuerzas. Sin embargo, soy consciente de lo que hay... Mañana volveremos a hablar, y a ver qué pasa.

Me ha reconfortado escuchar como me llamaba cariñosamente, escucharle decir que él también ha estado mal y que no me preocupara. Puede sonar mal, egoísta, pero para mí es importante ver que también él me necesita a mí.

Y ahora me voy a ir a dormir, en breve. Estoy muy cansada, me escuecen los ojos de haber estado llorando todo el día. Además, sigo pensando que durmiendo es cuando menos sufro, porque no pienso... Aunque espero no tener un sueño como el tuyo, guapa. Sea como sea, lo sabes, no era más que eso, un sueño. El reflejo de tus preocupaciones e inquietudes, ninguna realidad.

Cuídate mucho, vale? Y ya sabes, si crees que hay algo que está en tus manos, no dejes de hacerlo. Es mejor arrepentirse de algo que has hecho, que de no haber hecho algo...

Muchos ánimos y ya sabes, FUERZA!

Mañana os cuento qué tal va todo... porque no quiero hacerme ilusiones tampoco.

Besos, chicas!

Anónimo dijo...

Hola, Mimi:

Yo también sé lo que es esa sensación al levantarse. De hecho mi entrada de ayer trataba precisamente de los sueños que estoy teniendo últimamente.

Por eso, porque sé cómo te sientes, te voy a decir que esta noche no he soñado nada de eso, y que tú pronto vas a descansar como te mereces.

Y que mañana vas a tener un día estupendo en el trabajo.

Como dice Miriam, ya sabes FUERZA. (Por cierto, Miriam, mucha suerte mañana)

Un abrazo

Miriam dijo...

Hola chicas,
He esperado a recuperarme para escribir de nuevo, siento el retraso. No puedo dcir que esté como nueva, porque sigo con su recuerdo todo el día en la cabeza, pero puedo soportarlo mucho mejor que antes.
Es increible como los sueños pueden despertar tantos sentimientos y hacernos sentir tan mal... a mí me ha dejado tonta durante días... supongo que era una bomba que tenía en el subconsciente y que antes o después iba a salir... asi que...
Eso es todo. Espero que esteis bien, sobre todo tú Miriam, ¿Cómo van las cosas? Me alegro mucho de que pudieras hablar con él y aclarar un poco las cosas. Mucho ánimo wapa... que este es nuestro año...

Unknown dijo...

Chicas! qué tal estáis?

Por aquí todo un poco más tranquilo. Hemos hablado y me ha pedido perdón por su comportamiento... Dice que quiere estar conmigo, y que está convencido de que todo nos va a ir bien, que nos esperan cosas buenas a los dos, juntos...
Yo espero que salga bien, aunque estos días no han pasado en balde: he sufrido mucho porque él me ha hecho muchísimo daño. Ojalá todo se solucione pronto.
Yo le veo con ganas, y eso es importante. De todas formas, voy a seguir con los pies en el suelo, consciente de lo que puede pasar... Y es que, si tiene que haber otra caída, por lo menos no me quiero dar de morros contra el suelo.
Tampoco sé muy bien cómo sentirme, porque estos días han sido una montaña rusa para mí. Ahora estoy más tranquila y voy a aprovecharme de eso para sacar adelante los exámenes que me quedan...

A ti, Miriam, ánimo. Sobre todo no pienses que reculas o recaes. Has aprendido a vivir con ese vacío, pero algún día dejará de existir, o al menos se hará más pequeño.
Yo te entiendo perfectamente, lo sabes.
Y sí, este es nuestro año, wapa! Seguro que nos esperan montones de cosas buenas ;)

Millones de besos!
Y gracias a todas, de verdad. Escribir en el blog de Miriam es una terapia que, al menos para mí, funciona :)

Anónimo dijo...

Hola Miriam, es la primera vez que te escribo nada, aunque ya he leido tu blog, muchas veces, perohoy he recordado algo,que me ha hecho sentirme mal, mi historia no es de la misma manera que la tuya, pero si podiamos decir que es situacion parece, me resignaba aperder a una persona, una vez perdida, la tenia en mete todos los días, soñaba con el, com su ausenciay su recuerdo diario hanpasado ya mas de dos años, ahora tengo pareja pero no puedo evitar recordarlo algun dia mas que otro, al principio lo lleve faltal,ya creoq me voy acostrambrado, porque la vida es asi, no podemoshacer nada, y tenemos que ajustarlo lo mas posible a lo q nos ofrezca para poder estar bien... en nochebuena recibi su ultimo mensaje... "Agrazdezco a aquellas personas que FORMARON parte de mi vida" que formaron???? me dijo... y el para mitodaviasigue existiendo, pq vive en mi,pero lo tengo presente acada paso..y eso duele y duele mucho..

Menos mal,qu etengo mucha suerte, tengo una pareja muy especial que me da todo lo que necesito, equilibrio en mi vida, amor, dulcura,tranquelidad,me da momentos maravillosos y de corazon y sabes pq son los mejores'?? pq no lo esfuerzo a estar conmigo, pq esta conmigo pq quieres.. y eso es algo fundamental..

Dicen que los consejosnos no son buenos, si no te los piden o si no vas a salvar la vida de alguien, pero en este caso voy a hacer una excepcion:
DEJA QUE EN TU VIDA ENTRE AIRE FRESCO, ABRE LAS VENTANAS LAS PUERTAS, DEJA SENTIR UN NUEVO REMOLINO DE VIENTO QUE TE HAGA DAR SENTIDO A LA VIDA, QUETE HAGA SENTIR LA PERSONA MAS MARAVILLOSA. LA VIDA SON CICLOS, DEJALO YA PASAR, NO TE ATORMENTES CON LO QUE PASO, TODO LO QUE PASA PASA POR ALGO.
yo pienso que en la vida ya todo esta escrito, que es mejor seguirle el juego, de todas formas nosaldremos vivos de esta..

espero que te buen dia, te lo mereces..

saludos.

Maria

Jairo Canales Alfonso dijo...

Jo, solo a mi se me ocurre buscar la frase "hoy me ha dejado" en google cuando tengo un mal dia.

A mi me han dejado hace nada y francamente, no me gusta que me den animos de forma totalmente teorica (tienes que ser feliz y blablabla), asique nada, se feliz.

Miriam dijo...

Muy buenas!!!
Ante todo, decirle a Miriam que me alegro mucho de que las cosas se vayan mejorando. Espero que tengas todo cuanto quieres, que eso te haga feliz y se acaben los malos momentos.
Y darle la bienvenida a Maria, claro. Muchas gracias por el consejo, lo he leido atentamente y trataré de tenerlo en mente. Sin embargo, puedo prometer muy poquito porque no puedo mandar en lo que siento ni en lo que me pasa. Pongo todo de mi parte para que entre brisa nueva, entre ello irme a otro país a trabajar. Y aun con toda esta tierra de por medio, sin que haya nada que debiera recordarme a él, no me lo saco de la mente. Ya estoy acostumbrada y eso me deja hcer mi vida y estar bien, pero no quita que no pueda "dejarlo pasar". Supongo que en algún momento todo lo nuevo le ganará el pulso a lo anterior, y que me enamoraré de otro y entonces dejaré de acordarme de él a cada instante. O al menos si le recuerdo no será tan doloroso como ahora. O eso espero.
Supongo que eso es lo que pasará Anónio González, que el "se feliz" al final termine por ocurrir. Lo peor es tener que pasar lo días malos hasta q eso ocurra. Pero bueno, al menos tenemos los que son un poco mejores para coger carrerilla y soportar las bajonas, no???
Así que ánimo a todos y un abrazo fuerte

Unknown dijo...

Wapa! qué tal todo?
Siento esta desconexión total... pero ando liada con los exámenes. Aunque no he dejado comentarios, he ido mirando tu blog, en busca de nuevas actualizaciones!!

Miram, nos tienes impacientes! Con ganas de saber más acerca de tu nueva aventura europea... que, con tu permiso, es también un poco nuestra (ya sabes que me siento muy identificada contigo, y no sólo por compartir nombre...).

Espero que todo te esté yendo genial. Que estés super ocupada con tu nueva vida, con nuevos planes, y que por eso no tengas tiempo para actualizar...

Por aquí las cosas están mucho más calmadas (temporal y viento a parte, claro). Parece que todo va volviendo poco a poco a su sitio...

Con él todo está mucho mejor. Seguimos cogiendo fuerzas para retomar una relación que SEGURO vale la pena.

Siguen los miedos, el no saber qué va a pasar... Pero tengo confianza en que todo se arreglue pronto.

Wapa, espero que estés bien, GENIAL como mínimo ;)

Cuídate y ya sabes, cuéntanos qué tal te va!

Besos

Anónimo dijo...

Tranquila, tú encontraras al tuyo, no sé si fuego hielo pr lo encontraras te lo aseguro. besos

Laura Malén dijo...

Que tristeza,mujer...
Lloré como loca mientras leía eso
Espero que todo mejore y que mi comentario no moleste.
Saludos