viernes, 30 de enero de 2009

De rosas, cumpleaños y pánico...

Hace una semana que fue su cumpleaños. Aquel día yo entré en este blog para escribir la pena que tenía dentro, o al menos intentar trasladar una parte, pero lei alguno de vuestros comentarios, ya no recuerdo ni cual, y pensé que debía de ser patético verme tropezar una y otra vez.
Es cierto que tengo días buenos, días llenos de esperanzas, pero esos días no suelo escribir aquí y siempre os toca lo malo. Quise esperar a que saliera el sol, porque siempre me anima despertarme y ver el cielo azul turquesa. Pero los días pasan y siempre se levantan grises. Y ya no puedo más. No creo que se sea más fuerte por guardarse las cosas dentro, no creo que sufrir por amor sea de débiles.
Yo creo que hay personas que anteponen su cabeza a su corazón y personas que simplemente no podemos impedir que nuestras emociones controlen nuestra vida. Y creo que las dos cosas son igual de malas.
Yo siempre he creido que X me dejó porque lo pensó demasiado y dejó que su cabeza mandara sobre su corazón, y no quiero darle más vueltas ahora a la posibilidad de que eso no sea cierto y simplemente se desenamorada de mí porque entonces podría venirme aún más abajo. He tocado fondos mucho más profundos que los de hoy y no quiero arriesgarme. De modo que, dejándolo así, no recomiendo que nadie se enamore de ese tipo de personas, porque sólo apuestan por el amor cuando es racional hacerlo, y a veces el amor no tiene lógica.
Por otro lado, tampoco le recomiendo a nadie enamorarse de alguien como yo. Las emociones pueden marcarnos tanto que un día perfecto se tuerza porque no estamos de humor o nos vengan a la mente los recuerdos en un momento inoportuno. Podemos ser el alma de la fiesta o un fantasma, y tampoco es justo que nadie tenga que vivir con esa ruleta rusa.
Yo llevo una semana normal. En el trabajo sonrío cuando tengo que hacerlo, disfruto de las conversaciones con mis compañeras y así el resto del día. No me descubro a mí misma cantando cuando ordeno los papeles, ni decido bajarme unas paradas antes de llegar a casa por el simple placer de caminar, desayuno en casa en lugar de pasarme por esa pastelería de la esquina que tanto me gusta... Esas son cosas que habría hecho la otra Mimi... Esa que era feliz. Y soy totalmente consciente de la diferencia que eso marca en la relación que tengo con las personas de mi alrededor. Y de la diferencia que marca conmigo misma.
Pongamos un ejemplo.
Cerca de donde trabajaba en mi ciudad hay un quiosco de flores. Siempre que pasaba por allí levantaba ligeramente el pie del acelerador forzando mi suerte para que el semáforo se pusiera en ambar. Me gustaba aprovechar esos pequeños segundos para mirar el jarrón de rosas rojas que tenían puestas al sol. Ya os lo conté en otra entrada. Ese puesto era mi perdición. Podía ponerme contenta si el día se había levantado gris. Era una de esas cosas que te hacen ver que hay mucha belleza en el mundo esperando que tengas un instante para contemplarla.
Aunque yo no soy imparcial. No sé qué tengo con las rosas, pero he llegado a comprender que no es normal. Una noche en la que hablaba con dos amigos en otro país europeo completamente diferente a este sobre el capitalismo uno de ellos lamentó que, por mucho que nos quejáramos nos tenían comprados. Todos nos habíamos acostumbrado a algunos placeres que, a pesar de ser contrarios a nuestra ideología no podríamos abandonar. Él nombró esos segundos que te quedas en la ducha, sin enjabonarte, sólo dejando que el chorro caliente choque contra la nuca. Estás desperdiciando agua mientras otros mueren de sed, pero ese es tu capricho. El capitalismo nos había conquistado. Entonces ella asintió y dijo que no se le ocurría mejor ejemplo, entonces me miró y me preguntó qué pensaba yo.
Yo no tengo ninguna idea política en la cabeza. Ninguna me gusta. No soy anticapitalista pq tampoco ellos me gustan. Sin embargo la pregunta era otra, y tenía muy clara mi respuesta. Me parece una crueldad criar flores para cortarlas de la tierra, pero sin embargo de los mejores regalos que me han hecho nunca han sido rosas. Es un lujo al que no estoy dispuesta a renunciar aunque vaya contra mis principios porque me hace muy feliz.
Mi ex lo sabía muy bien y se encargó de que siempre tuviera una rosa viva en mi cuarto. En ocasiones me la compraba de camino al restaurante en el que íbamos a cenar, y la florista le colocaba un tubido con agua en la base para que no se me secara. Y yo era tan feliz...
Pues ahora llega la otra Mimi y se conoce a un chico hace poco. Un chico wapo, simpático y que la tiene como una reina. Es atento, educado y al parecer está colado por ella. La primera vez que quedamos me regaló una rosa. Pero no era como las rosas de mi niño. Esta no me llenó el alma. Tuve el impulso de tirarla al suelo como si me quemara cuando la cogí. Quería excusarme y salir corriendo de ese lugar. Me quedé porque no depende de mí el que él vuelva y yo tengo que hacer mi vida. Y me pregunté cómo pódía él hacerlo sabiendo que podría estar conmigo en lugar de con cualquier otra.
Mister Perfecto continua tan atento como siempre. Pasando por las mañanas por la oficina sólo para desearme los buenos días con esa sonrisa suya tan bonita. Y siempre que tiene ocasión le pregunta a alguien ¿Y no cree usted que Miriam es preciosa? ¿Y no coincide conmigo en lo inteligente que es?
Y yo quiero esconderme debajo de la mesa a llorar, porque mi niño no me respondió al mensaje que le envié por su cumpleaños. No me dió ni un toque! Nada. Después de cinco años tuve que contentarme con sólo escribirme un mensaje, en el que para colmo no podía decirle cuánto le quería... tuve que reprimir mis ganas de tirarme a sus brazos y él no ha dado ninguna señal de vida. Ha pasado una semana. Ya no me quedan excusas que inventarme. Pasa de mí. Y no sé cómo no me responde aunque sea por respeto. Porque hemos compartido 5 años de nuestra vida.
Y no puedo decírle a nadie cuanto me duele porque entonces todos se meterán con él. Y tendré que defenderle, porque más me duele que lo insulten a que me haga esto. Y cada día me quedan menos maneras de excusarle. Cada día me enfrento a la duda de si es posible que esa persona sea la misma con la que yo salí 5 años. La misma que nunca dejó que en mi cuarto faltara una rosa viva. La misma que vio en una revista un colgante que me gustaba y logró encontrarlo para regalármelo por nuestro aniversario. La misma que todas me envidiaban.
Y ahora está en el mesenger, y no me conecto para que no me hable, porque si me dice 5 frases insustanciales como siempre no sé qué le voy a responder. Porque antes creía que era así porque aún quedaba algo entre nosotros, porque había la tensión de saber que algo nos unía aunque no estuviéramos jutnos. Pero ahora, cuando ni siquiera me responde el sms de su cumpleaños, no comprendo por qué me habla en el mesenger ni qué cree que nos une. No entiendo nada. Y tengo miedo de entrar en el mesenger, explotar y preguntarle porque tengo pánico a su respuesta....

5 comentarios:

Unknown dijo...

Miriam! Acabo de leer tu actualización...

Entiendo perfectamente por lo que estarás pasando. Pero tienes que ser fuerte, hacerte dura por tu bien. Porque te mereces empezar a ser feliz, no FELIZ como antes, simplemente feliz, de otra forma, como sea... Debes saber que hay muchas cosas buenas esperándote vaya donde vayas y estés donde estés. No te vas a levantar un día sintiéndote tan contenta como antes, tan llena, tan completa... Pero la cuestión es que cambies el chip y empieces a ver las cosas buenas que tienes... Aprovecha esta aventura que acaba de empezar, exprímela al máximo. Conoce gente, haz cosas... intenta no tenerlo a él siempre en la cabeza. Ni a él ni cosas relacionadas con él.

Supongo que es duro para ti pasar su cumple sin saber nada de él. Ni siquiera una respuesta a tu felicitación... Me parece muy feo por su parte. Pero, sean cuales sean los motivos que le llevan a actuar así, él se lo pierde! Si ni siquiera podéis mantener una relación cordial después de haber compartido tantos años juntos... Eso es muy triste.

Quizás deberías desahogarte, Miriam. Por qué no hablas con él? No tiene derecho a seguir haciéndote sufrir así... Sé cuál es la sensación que te invade cuando lo ves conectado en el MSN. Conozco esos sentimientos perfectamente... Quizás deberías hablar con él y dejar claro qué tipo de relación vais a tener... A lo mejor a ti no te compensan 5 lineas de conversación cordial por el MSN cada X días...

Piensa en ti, en lo que tú quieres y necesitas, y deja de disculparle. No te conozco, pero creo que en muchas cosas nos parecemos... Sé la angustia que debes sentir a veces, cuando te da el bajón. Quizás la forma de recuperarte sea desahogarte definitivamente con él. No te digo que le llames, tampoco lo merece. Eres tú la que debe sentirse mejor, y a lo mejor un email le escupiría la verdad a la cara de una vez por todas...

No soy nadie para dar consejos... pero creo que mereces algo mejor. Algo MUCHO mejor.

Y ya sabes, si necesitas hablar con alguien, no dudes en decírmelo, vale?

Ánimos y un abrazo!

P.D: no es patético verte tropezar una y otra vez... es humano y natural. No lo dudes!

Anónimo dijo...

Mimi, éste es tu blog. Tú eres la reina aquí. Esto es como una escalera, no puedes subir de una vez, tienes que poner los pies uno a uno en cada escalón. Y sólo cuando estás seguro puedes subir el siguiente.

Si no recuerdo mal hay una canción del año del catapún que dice, "..it's my party and I cry if I want to, I cry if I want to, I cry if I want to. You would do the same if it happened to you!!!"

No me hagas caso pero es eso más o menos lo que dice. Así que si quieres llorar, llora. Ésta es tu fiesta y nosotras somos tus invitadas. De hecho, nos hemos auto-inivitado. Así que, bailaremos la música que a tí te guste, o que tú necesites escuchar.

Y si sólo quieres escribir para desahogarte, nosotras estaremos tranquilas si no pasas por aquí en unos días, proque sabremos que lo estás pasando bien.

Por otro lado, dicen que la primera condición parar sanar es querer curarse, así que tienes que intentar pensar en otra cosa.

En mi blog http://sorprendida.blogia.com/ voy a publicar para tí otra canción, "Mirando pa ti", de El Arrebato. No sé si te gustará o no este tipo de música. No es exactamente la mía, pero me cae tan bien este cantante... El caso es que la letra de esta canción nos viene que ni pintada. Y aquí, como eres la reina, te adelanto que tendrás que vivir en un palacio granadino, como dice la canción:

"QUIEN QUIERA QUERERTE TENDRÁ QUE SABER QUE TÚ VALES MÁS QUE LA ALHAMBRA"

Un abrazo, guapa y quiérete mucho, que nosotras ya te queremos.

Anónimo dijo...

Siento decirte esto, pr él pasó página y eso no quiere decir q no le importes, mi ex y yo ahora somos super amigos, y por fin comprendí q un día dejó de quererme sin más.. pr q eso tb le hizo daño q son cosas q pasan.
Y q no pude (ni tú puedes) hacer nada para recuperarlo, yo era perfecta como era, solo q no para él. Asi q no cambies por nadie, alguien te querrá por quien eres. Y aunq ahora pienses q te da igual, ya veras q no. Date tiempo. besos

Jairo Canales Alfonso dijo...

Me encanta leer tu blog, aunque desgraciadamente no se me ocurre nada que decirte.

Me parece natural e incluso logico que tropieces mas veces en la misma piedra... y entiendo que, con naturalidad y tiempo, dejarás de hacerlo, y volveras a sentirte feliz.

Un saludo de otro auto-invitado a tu fiesta ;).

Miriam dijo...

Muchas gracias a todos por los ánimos. He estado desconectada literalmente pq la conexión a Internet murió hace unos días y no he podido conectarme hasta hoy,,,
Sé que teneis razón. Algunos días soy yo quien se dice a sí misma lo que vosotros me decís en los días malos... pero está siendo difícil. Por eso abrí este blog. No prometí que fuera a ser nada fácil ni bonito. Sabía a lo que me enfrentaba desde el mismo momento en el que comprendí que me estaba dejando.
Hay personas y personas. Ninguna es mejor que otra. A mí me ha tocado valorar las relaciones por encima de la media. Necesito a mi gente más de lo normal. Le necesitaba a él más de lo nornal. Ahora tengo la oportunidad de equilibrar mis necesidades. Sólo equilibrarlas pq no quiero cambiar cómo soy. No por ahora, al menos.
Dejaré aquí escritos los pasitos, para alante y para atrás. Espero que en el camino crezcamos tods un poquito porque yo ya siento que este camino está hecho por muchas personas. Así que un besito a todos....
Mimi