miércoles, 14 de enero de 2009

Tocada por una mariposa...


Hay animales llenos de magia, y no hablo sólo del unicornio. Siempre me ha parecido que las mariposas eran más hadas que insectos. Tienen demasiada elegancia al volar, son demasiado frágiles y perturbadoramente bonitas.

Si tuviera que ser un animal, sería mariposa. Los pájaros son demasiado grandes, incluso mis queridas palomas se hacen notar demasiado. Querría ser mariposa para que me viera sólo quien yo quisiera y que al hacerlo no tuviera más remedio que caer rendido a mis pies. Sin tener que demostrar nada, sin tener que tener miedo a meter la pata, sin tener que medir las palabras y el cómo puede tomárselo la gente.

Siempre me han dicho que doy muy mala primera impresión. En una ocasión, en el viaje de fin de curso, una chica se atrevió a reconocerme que al verme había pensado que era "una rubia con aspiraciones a barbie". Me quedé en el sitio, no porque me hubiese dolido, sino porque para mí fue una sorpresa que alguien pueda creer que quiero ser una barbie, ya que no aguanto los tacones ni me gusta arreglarme o pintarme.

Un par de años más tarde el que ahora es uno de mis mejores amigos reconoció haber pensado que era una niñata repelente y pelota, cuando todo el problema que tenía conmigo era que sabía la respuesta a las preguntas de la profesora de derecho porque yo sí que llevaba las prácticas hechas. Del todo justo, vamos. Entonces, uno de los que estaba sentados en la mesa aprovechó y les hizo recordar a todos lo mal que hablaba de mí al principio, cuando me conoció y le gasté una broma que al parecer se tomó demasiado a pecho.

Y por último, hará dos meses que un chico, aquel que os presenté como Javi, me dijo que al conocerme había pensado que era tonta y que no tenía nada interesante que decir, que era un cero a la izquierda y que dependía total y absolutamente de mis amigas. Entonces se rió y me dijo, al final simplemente es que eras demasiado dulce. De hecho, puede que sea ese lado infantil mio el que le separó de mi lado.

Todas esas conversaciones han sido siempre una carga muy pesada para mí. Siempre he sonreido a medias a la persona que me presentan y tratado de contener cuanto decía. Siempre menos una preciosa excepción en la que conocí a una persona que, de ser este mundo justo, habría llenado mi vida y yo la suya, aunque finalmente no alcance a quererle más que como a un hermano, por mucho que se merezca más.

De modo que menos con él, siempre he tenido ese miedo al presentarme, hasta el lunes. Ese día vi cómo mi abuelo me tomaba la mano y me decía con la voz rota por la emoción que tenía que ser fuerte, que él mismo lloró su primer día en la mili. Mi abuelo nunca dice nada sentimental y aquello me rompió el corazón. Me acompañó a la puerta cargado de emoción y me despidió solemnemente, como si uno de sus hijos se fuera a la guerra y se sintiera orgulloso y temeroso a la vez. Y no es que dude de que mi abuelo me quiera, simplemente es que es la primera demostración que me hace. Es la primera vez que me mira a los ojos no bromea. La primera vez en la que nos miramos y comprendo cuánto me quiere. Y creo que esa fue mi mariposa. Ese fue el momento en el que me rozó la magia.

Por eso en el aeropuerto conocí a un chico super simpático que no hacía más que repetirme que no quería separarse de mí, aunque nos conociéramos de unas horas. Con él no fue como con mi excepción, con mi "hermano" fue mucho más intenso, pero sí tengo que reconocer que hubo cierta conexión. Y al día siguiente encontré el piso ideal en el primer intento. Y hoy he conocido a un americano mientras releía "Amanecer" en el Starbucks. Hemos quedado el domingo para que me presente a sus amigos españoles.

No es que ninguno de los que he conocido me gusten, ni mucho menos, no estoy yo para pensar en esas cosas ahora, pero sí que es cierto que algo ha cambiado. Ya no soy la Mimi de antes porque aquellas personas que he conocido estos tres días me han insistido en tener mi móvil y han estado horas a mi lado sonriendo. Yo, por mi parte, he disfrutado como una enana del cambio. La verdad es que la vida así es mucho más fácil. Ando por la calle como si el mundo fuera mío, como si estando en esta ciudad mi personalidad se estabilizara y consiguiera llegar a la gente de un modo más directo y con menos ideas falsas. Con menos "ruido", como diría un documentarista.

Puede que lo de venirme no haya sido una tontería, porque sólo llevo aquí tres días y ya noto que soy otra. Incluso con mis amigos se siempre, a quienes les cuento lo que hago con una sonrisa en vez de llorarles. Eso lo habría hecho la Mimi de antes. La de ahora quiere a morir a sus amigos, pero sabe que puede sobrevivir sin ellos. Por ellos. Por mi abuelo.

Estes donde estés, muchas gracias Mariposa por el cable. Te debo una.

12 comentarios:

Unknown dijo...

Casi ni me atrevo a escribir estas líneas... no quiero romper parte de la magia que te envuelve... pero por otro lado pienso que no creo que estas palabras puedan tener ese efecto en ti. Porque no nos conocemos, porque sólo me afecta a mí...

De la noche a la mañana, el otro día, me dejó. Y no sé porque utilizo el verbo dejar, porque no estábamos juntos... estábamos intentando que todo fuera como antes... cargando las pilas, pillando carrerilla...

Tuve unos días de bajón provocados por la situación que vivo, por los exámenes, la presión... Y de decirme un día que no me preocupara porque todo saldría bien, que soy la chica más importante de su vida, que no íbamos a perdernos... pasó a decirme al día siguiente que se acababa.

Y lo que más me duele fueron las formas. En la vida hubiera pensado que fuera capaz de hablarme así, tan frío. Yo sólo quería hablar del tema, que me diera un motivo, intentarle hacer ver las cosas de otra forma. Pero sobre todo entender lo que le estaba pasando. Porque no entendí nada, y sigo sin hacerlo.

No importa cómo fue la conversación, sólo me queda el amargo sabor de boca que me dejaron sus últimas palabras, esos últimos momentos. Y me queda también este dolor, insoportable, provocado por esta falta de información, por no saber qué narices ha pasado...

Y me siento mal, hecha polvo, sin fuerzas para estudiar, sin ganas de hacer nada, ni siquiera llorar.

He luchado tanto... y ni en mis peores pesadillas hubiera imaginado estos últimos días.

No hemos vuelto a hablar. No sé nada de él. Y me siento perdida, derrotada y dolida. Triste y acabada. Y tengo miedo. MUCHO miedo. A que no me llame, a que no se arregle, a que esté bien sin mí...

Porque yo no estoy bien. Ni lo estaré sin él.

No sé qué hacer. De momento no he sentido impulsos de llamarlo. Por ahora sólo siento un vacío en mi interior que escuece y duele. Mucho.

No sé cómo estará. Si se sentirá mal por lo que ha hecho, por haberme tratado así sin merecerlo. Si se sentirá orgulloso, tranquilo después de apartarme de él... y si estará bien sin mí. Eso es lo que más me preocupa.

Y tengo miedo. Y a ratos siento ansiedad, y a ratos ni siquiera siento.

Siento que estas líneas te dejen un sabor amargo, Mimi. Pero necesitaba explicártelo, aunque fuera resumido. Me siento super cansada, después de tantos meses luchando... y siento rabia porque no entiendo nada, porque no quiero que esto se acabe. Porque no puede acabarse una relación tan especial. Porque nos merecemos estar bien, juntos...

Me alegro por ti. Te mereces que tu aventura europea sea fantástica... y por lo que leo, parece que has empezado con buen pie.

Silvia dijo...

Lo primero desearle a Mimi todo lo mejor y esperar que nos sigo contando cada dia cosas mejores...

Y a ti Miriam, no te conozco ni tu a mi pero por lo que he podido ir leyendo a traves de tus comentarios en este blog creo que estas en una situación dificil.
Puede que sea similar a la mia o no, pero lo que esta claro es que es diferente.
Diferente a una ruptura "usual" en la que solo hay dos opciones: asumirlo y superarlo con el tiempo o volver a retomar la relacion.
Supongo que mi situación es similar a la tuya porque yo tampoco creo que se haya terminado, se que hay algo mas... y si tu has luchado también todo este tiempo es porque pensarias lo mismo y seguramente tenias razón.
No hay nada peor que la incertidumbre, saber que algo no ha acabado pero sin saber si podra volverse a retomar.
Intenta no darle vueltas al asunto pensando en un motivo porque te volverias loca.

Solo enviarte mucha fuerza, y decirte que si necesitas hablar puedes contar conmigo.
De verdad, lo que necesites


Besos!!!

Unknown dijo...

Gracias, Silvia.

Tendría que estar estudiando como una desesperada, sin pensar en nada más. Debería estar centrada y querer aprobar todo. Pero no es así. En lo único que puedo pensar es en que no quiero que se acabe. En que no puede acabarse.

Llevo meses luchando. No es fácil, pero nadie dijo que fuera a serlo. Y sé que no lo es para ninguno de los dos. Sé que cada uno llevamos nuestra parte de carga...

Y sí, muchas veces he pensado que no podía más, que a lo mejor no salía bien... pero JAMÁS he pensado que esto no tuviera sentido. Sé que tiene sentido, que estuvimos genial y que podemos estar incluso mejor. Pero algo le pasa a él... y ese algo se llama MIEDO. Por circunstancias no vivimos en la misma ciudad. Y sé que todo esto no pasaría si estuviéramos cerca. Y sé que esto no pasaría porque nos queremos, y cuando estamos juntos es genial.
Duele pensar así, pero si estuviéramos en la misma ciudad, no me habría dejado. Lo sé perfectamente.

No digo que este sea el motivo, básicamente porque no íbamos a estar separados toda la vida, porque pronto llegaría el momento de tomar una decisión... pero sí digo que esto ha hecho que él tenga miedo y se sienta inseguro.

La incertidumbre me quema por dentro. Soy una chica muy nerviosa que suele guardárselo todo... pero supongo que la desesperación y la angustia me han dotado de esta incontinencia verbal. Sé que no se acabará nunca, Silvia. Y lo sé porque lo que nos une es MUY fuerte.

Pero, ¿sabes lo que pasa?, que él siempre me ha tenido ahí. Y es lo normal en una pareja, se supone... pero yo me refiero a que nunca me ha perdido, a que estoy segura de que nunca ha sentido que me perdía. ¿Me entiendes?
Y yo sí lo he sentido. Y aunque ahora no siento mucho (no sé porque no me sale llorar, ni porque estoy tan fría), sé que si esto no se soluciona, si él no me llama y hablamos del tema, lo sentiré de nuevo, ..., y me temo que será la definitiva.

Ese vértigo que te deja sin respiración, esa sensación de estar perdida y vacía... sin él, sola... no quiero sentirla. Y no lo quiero porque no me lo merezco, ni él tampoco.

Espero y deseo con todas mis fuerzas que se dé cuenta de lo que tiene delante, que sienta que me pierde de verdad y se vuelva loco, que volvamos a estar como antes... Pero me muero de miedo sólo con imaginar que esto no pase, que no sea así y esté bien; con pensar que sea capaz de vivir sin mí, que se alegre de haber tomado esta decisión tan rápida, tan loca...

Sé que tenemos que ser fuertes (las dos), pero también sé que las dos sabemos lo que cuesta...

Yo no sé que va a pasar. Y en parte le veo la parte buena, porque así sigo manteniéndo una mínima ilusión de que todo esto se arregle.

De nuevo, gracias, wapa. Y que sepas que tú también puedes contar conmigo, aunque no nos conozcamos y esas cosas ;)

Silvia dijo...

Te entiendo perfectamente, creo que lo que dices sobre que nunca te ha perdido es importante... yo dudo mucho sobre eso, sobre si es mejor estar ahi o si seria mejor hacerle ver k voy a hacer mi vida (aunke no sea verdad), tal vez mas adelante te lo puedas plantear..

Te entiendo también cuando dices que no se puede acabar pk lo que hay es muy fuerte, que te da pena que se acabe... pero también las cosas pueden evolucionar y ese algo tan fuerte convertirse en otra cosa...

Tu motivo es la distancia y el mio una crisis existencial, mala racha o depresion, como kieras llamarlo.

Pero hay que intentar estar bien y ser fuerte, no puedes volver a estar con alguien habiendolo pasado tan mal que no puedas volvera a confiar en esa persona, en este tiempo hay que intentar aprender algo... x si acaso sale mal.

no se.. son muchas cosas que a lo mejor no las se expresar en palabras...
te reitero k pa lo que necesites!

Miriam dijo...

Ay Miriam!!!! Que pena verte tan triste nena... Me recuerda tanto a lo mal que lo pasé yo en verano... Desde luego te digo una cosa, yo sigo creyendo que si nosotras pensamos que algo muy fuerte nos une, no podemos habérnoslo sacado de la manga, no sé qué pensaran ellos, pero no creo que estemos equivocadas.
Conozco muchas parejas casadas que rompieron y luego volvieron definitivamente, y otras que estuvieron antes con otras personas por las que creyeron morir. Y espero que de un modo u otro podamos salir de esto y tener algo bueno.
Quisiera poder decirte algo que te animara, pero desgraciadamente no sé qué puedo hacer por ti. Por supuesto espero que sepas que me tienes para lo que necesites, pero creo que en estas cosas al final tenemos que ayudarnos a nosotras mismas. Incluso aunque él pueda darte las respuestas que tanto quieres, eres tú quien tiene que pensar y darle un rumbo a su vida.
Sé lo perdida que debes de sentirte, sobre todo el dolor ese en el pecho de saber que es algo especial y que él no lo está valorando, o sabes que lo sabe y te preguntas como puede entonces actuar así. Yo todavía me pregunto cómo pudo dejarme con lo fuerte que era y es lo nuestro, porque lo noto cuando hablo con el, aunque sea por el msn y tres minutos. No sé. Prefiero pensar que se le ha cruzado algo, una racha o un pensamiento, contra el que no puede y que no tiene nada que ver conmigo. No creo que se pueda cambiar lo que se siente por alguien de la noche a la mañana...
O al menos eso quiero creer...
No sé wapa.... escribenos cuando sepas algo... Y mucho ánimo... En estas ocasiones me temo que sólo tú puedes salvarte... Un besazo!!!

Unknown dijo...

Millones de gracias por los ánimos, Miriam.

Sí, a mí también me sabe mal verme y sentirme tan triste. Hoy me he levantado de repente, debía de estar soñando, y en cuanto he abierto los ojos he notado una ansiedad gigante en mi pecho. A lo mejor estaba soñando con él, seguramente. En todos estos días no había tenido esta sensación, vértigo elevado a la enésima potencia, o más!

Me dolía el pecho, tenía una bola de nervios en la boca del estómago, sollozaba pero no era capaz de llorar... Temblaba, y lo hacía porque tengo MIEDO.

Sigo sin saber nada de él. Y me fustra pensar cómo puede dejar pasar días y días sin dar señales de vida y sin preocuparse por mí. Durante estos días no he sentido ningún impulso de llamarle o de enviarle un email. Me imagino que el enfado por cómo me trató la última vez que hablamos ha anulado esa necesidad... Pero esta mañana, al abrir los ojos, he necesitado mucho saber de él. He mirado el mvl, por si anoche salió y me envió un sms motivado por la cerveza... y no había nada. Y entonces me he conectado, por si en un sms no le cabía TODO lo que tenía que decirme... y tampoco había nada. Y entonces sí he sentido el impulso de dar yo el paso y llamarle o escribirle. Ha sido un impulso pequeñito, pero que me ha hecho sentir mal. Porque no se lo merece. Debería ser él quien se preocupara por mí, quien se muriera de angustia al pensar que me pierde, quien diera ese paso... He pensado en lo mucho que lo conozco, y sé que quizás se sienta fatal, y también tenga miedo a perderme para siempre; pero no da ese paso por no complicar las cosas... No sé...

Entonces me he vuelto a sentir pequeña, muy pequeña... insignificante porque no tengo a penas fuerzas. Y ese miedo que sentía nada más abrir los ojos me ha dicho "voy a quedarme".

Pienso como tú, Miriam. Yo creo que tanto nosotras como ellos somos conscientes de lo que nos une. Mi relación con él ha sido preciosa desde el principio, cuando éramos amigos. Fue creciendo hasta querernos muchísimo... Y sí que sé que a veces las cosas se acaban, lo sé. Pero sé que lo nuestro no.
Por eso duele tanto pensar "¿cómo ha sido capaz?". Por eso me niego a conformarme con esto. Este final no es el que toca... Estoy convencida.

Una amiga me dijo "No te reprimas, haz lo que te apetezca. Y si necesitas enviarle un email, hazlo". Pero creo que ahora tengo que aguantarme un poco las ganas. Ahora que de momento puedo porque los impulsos son pequeños... Si le enviara un email o le llamara, como las otras veces, volvería a ponerle las cosas fáciles a él. Me parece que le toca sentirse un poco como yo, sentir que me está perdiendo...

Sé que tengo que ser fuerte, pero soy incapaz porque llevo muchos meses luchando. Y no es que sienta que no ha servido para nada (porque mantengo la esperanza de que todo esto acabe bien), es que me siento vacía, sin NADA...

Siempre que empiezo a escribir un comentario pienso "algo cortito, Miriam". Y luego me doy cuenta de que os meto unos rollos... Lo siento ;)

Miriam dijo...

Wapa puedes escribir tanto como quieras, no te preocupes.
Respecto a la ansiedad al levantarte, Dios, casi la había olvidado, pero es cierto que cuando me levantaba la verdad de lo ocurrido me alcanzaba y me golpeaba muy muy fuerte el pecho, y me quedaba en la cama sin fuerzas y con una ansiedad horrorosa.
Desde luego es muy duro leer que a todas más o menos nos pasa lo mismo, porque de veras que yo pensé que sólo yo lo hábía pasado tan mal, por cómo se planteó la cosa, o mejor dicho, por cómo la planteó él. Y me duele mucho ver que otras personas tb han pasado por eso, porque de veras que no se lo deseo ni a mi peor enemigo, si es que lo tuviera.
Respecto a lo de escribirle o no, yo no tengo ni idea de qué decirte porque lo mío nunca fue un tira y afloja ni nunca fue mal. De ir estupendamente a los 5 minutos me dejó (literalmente porque antes de entrar en el coche nos reíamos encantados). De modo que cuando tuve el impulso de escribirle, sentí que era natural hacerlo, porque era mi niño, porque no podía haber dejado de quererme en 5 minutos y porque eso me haría sentir mejor, y yo necesitaba aunque fuera una pequeña mejoría. La verdad es que me volví muy egoísta y durante meses sólo hice aquello que me apetecía, sin importarme demasiado las consecuencias, si eso le beneficiaba o dolía a él, ni me preocupaba por mis amigos ni nada. Estaba en una burbuja, pero bueno.
De modo que no sé si sería mejor no escribirle como dices para que vea que estás dolida. Sí que puedo decirte que a mí mi ex no me escribió para no hacerme daño, porque más tarde me ha dicho que como es él quien cortó lo normal es que me de espacio hasta que yo quiera saber algo de él, porque igual me enfado, me siento dolida o no soporto la tortura de recibir mensajes suyos y me lo pone más difícil. De modo que igual eso es lo que le pasa a él. Que lo hace por ti. No sé.
Lo único que tengo clarísimo es que él tb estará pasando lo suyo y que no puede haberlo olvidado todo como si nada.
Hagas lo qye hagas estará bien, y si no lo está y te sienta peor, ya sabes, no lo repitas. De todos modos, no creo que escribirle o no le haga entrar en razón. No sé qué se puede hacer para hacerles entrar en razón, quien lo descubra que me avise.
Un beso enorme y mucho ánimo tocaya... Aquí nos tienes para lo que necesites...

Unknown dijo...

Hola,
Siguen los impulsos, la falta de concentración, los nervios, la ansiedad...

Tengo la cabeza hecha un lío. Más que nunca. Sé lo que quiero, lo tengo muy claro. Pero no sé lo que estará pasando por su cabeza...

Puede que no me llame por miedo a que sea peor, a que yo me sienta después peor. Supongo que es consciente de lo vulnerable que soy en estos momentos.

Estoy hablando con una amiga, y me dice que puede que esté tomándose estos días para recapacitar. Y también me ha dicho que las dos sabemos que "dar el primer paso" no ha sido nunca lo suyo... Y, ¿qué tengo que hacer entonces? ¿Dejar que sea él quien se decida y arriesgarme a que el tiempo lo enfríe todo? No sé...

Sólo sé que ni en mis peores pesadillas hubiera imaginado esto... y sólo sé que le quiero con toda el alma y que no quiero vivir sin él.

Gracias por aguantar mis desvaríos, en serio. Aunque no os conozca, me ayuda poder desahogarme aquí.

Anónimo dijo...

Hola, Mimi:

Enhorabuena por este nuevo sentimiento. Me alegra saber que te has renovado.

Y a vosotras, Miriam y Silvia, espero que os sintáis un poco mejor. Es complicado decidir si escribirles o no. ¿Qué dice vuestra familia? Escuchad su opinión, aunque nos de corte hablar de estas cosas con ellos, son los que mejor pueden ayudarnos. Los amigos nos quieren, sí, pero cuando se van el problema se queda en nuestra casa, no en la suya. La familia es nuestra verdadera mariposa.

Un abrazo y suerte

Unknown dijo...

Buenos días!

Ayer le llamé y, como me esperaba, no me cogió el mvl.

Empiezo a pensar que se está comportando así para que le odie. Que se lo está currando bien para que no quiera saber más de él... Y no entiendo el motivo, que conste. Pero es que me es imposible pensar que lo hace con otras intenciones! ¿Cómo puede ser capaz de pasar así de mí? De verdad que no entiendo su forma de tratarme...

Estos días, en la montaña rusa de sentimientos en la que estoy montada, se me vienen a la cabeza las cosas que me fue diciendo los últimos días antes del día fatídico... y no entiendo NADA. Y me da rabia, porque creo que merezco alguna explicación...

Sigo sintiéndome mal. Me he levantado como ayer, con ansiedad y sensación de vacío.

Anoche hablé con mi madre y se lo expliqué. Me cuesta mucho hablar de esto con ella, porque entiendo que se enfade, y mucho, por como me está tratando. Pero me alivió contárselo de una vez. Como es lógico, me dijo que lo mandara a la mierda, que no se merece ni una de mis lágrimas y que él se lo pierde...
La entiendo, es mi madre. Pero las cosas son tan complicadas, tan difíciles de asumir cuando te pasan a ti...

A ver qué tal me trata el día de hoy. Voy a intentar estudiar, ni que sea un poco. Sé que es parte de esta ansiedad, de esta necesidad de hablar con él, la que hace que mi concentración sea 0.

Besos!

Miriam dijo...

Querida Miriam, si los anteriores días comprendía cómo te sentías al recordar mi verano, ahora te comprendo porque hoy tengo un día de esos en los que parece que no ha pasado el tiempo. Todo duele como si fuera la primera vez. Duele tanto que no sé cómo consigo seguir respirando. Lo único es cambia es que he parado de llorar, y confío en que pronto salga el sol. Es lo único que he aprendido este verano, y q espero que tú también sepas después de luchar tanto por él, todo ocurre por algo y pronto saldrá el sol.
No quiero hacer valoraciones sin conocerle y porque sé que eso (aunque parezca injusto) te hará daño, pero me parece que no cogerte el móvil es el colmo. No podía evitar decírtelo. Es simplemente que me duele que no sepan como tratarnos, pq no dudo que lo haga con su mejor intención, pero es q tp creo que seamos tan difíciles de entender...
En fin... Un besazo y mucho ánimo...

Anónimo dijo...

Bueno esto sí q es un cambio.. Espero q esa mariposa te acompañe siempre. besos