lunes, 3 de noviembre de 2008

No está...


Hoy al despertarme no era del todo consciente de que mes era ni de lo que había pasado. Sólo me he despertado como habría hecho cualquier otra mañana dispuesta a vivir mi vida con toda normalidad. Entonces, me ha caido la verdad sobre el pecho, como una enorm carga, y me he empezado a asfixiar.

Antes, pensaba que las crisis de ansiedad eran para personas débiles, que no habían tenido problemas en la vida y que se ahogaban en un vaso de agua. Ahora creo que todos tenemos nuestro punto débil, y que si nos lo tocan sangramos. También he aprendido que por mucho que me creyera dura y fría, no era más que apariencia, y que soy una persona extremadamente sensible. Por eso dice mi psicóloga que tengo que ser más benevolente conmigo misma. Y la verdad es que he dejado de pelearme contra mi misma, contra mis crisis de ansiedad, mis ataques de llanto y los días negros. Ahora creo que cuando me pasa algo de esto me compadezco a mí misma, porque se ha ido. He caido en el error que siempre traté de evitar, depender de él, y se ha ido. Ha pasado todo como no tenía que pasar!

Yo nunca nunca nunca deje de hacer planes con mis amigas o mi familia por él. Incluso, llegaba a quitar planes con él o a modificarlos por estar con ellas, creyendo que él y yo, al debernos el uno al otro, ya tendríamos otro mmento, mientras que con los demás era más difícil quedar.

No dejé de irme de Erasmus aunque quisiera quedarme con él, no dejé de pedir esta beca que me lleva ahora un año al extranjero, nunca me conformé con que él me guiara y quería saber por dónde andaba para saber manejarme en un futuro sin él... Hice todo cuanto pude, tanto que de verdad creía que yo era independiente.

Y cuando me dejó no comprendi por qué me lo tomé tan mal, pero después de meses pensando y de sesiones de terapia, he llegado a comprender que deposite todas mis ilusiones en él. Aunque no le dedicara tanto tiempo ni centrara mi vida en él, confiaba en que compartiríamos el resto de nuestras vidas para siempre. Y ahí estuvo el error. En creer que realmente le tenía en la palma de la mano, que realmente no podía vivir sin mí como me decía y que nunca podría querer a otra porque estaba completamente hipnotizado por mí. Y me creí que sería para siempre, porque no podía ser de otro modo, porque aunque no le dedicara todo mi tiempo, la verdad es que era la persona a la que llamaba cuando tenía un problema, cuando estaba triste, cuando me encontraba sola o tenía un rato libre. Sin darme cuenta, volqué todos mis sentimientos en él, dejando de contarle a mis amigas y a mi madre mis problemas. Le converti en mi mitad. Sólo él sabía como me sentía, qué me pasaba y sólo él sabía cómo girar la llave para convertir las lágrimas en risas. Y claro, ahora no puedo pedirle a mis amigas que recuerden cómo hacerlo después de cinco años jubiladas del cargo... Ahora nadie sabe consolarme.... de modo que la pena que tengo es doble, porque él me la causa y sólo él sabe consolarmela... y no está... no está....

Anque esta mañana casi le sintiera a mi lado en la cama, como cuando dormíamos la siesta en mi casa, o dándome la espalda cuando jugaba al ordenador en mi mesa, o con la cabeza metida detrás de la televisión arreglando los cables para poder ver un DVD. Aunque casi pudiera tocarlo en mis recuerdos hoy, no está.... y yo no sé qué voy a hacer.... ni comprendo pq no está,,, cómo ha podido dejar de quererme... a mí... que era su mitad, que le tenía en la palma de la mano, que me prometió que nos casaríamos... ¿cómo ha podido?... ¿cómo podré yo vivir sin él?... ¿cómo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay nada q pueda consolarte, como dice tu psicologa, no seas dura contigo, date tiempo.. Yo lo superé (pq me paso lo mismo q a ti hace años, lo q escribo en mi blog es de otr más reciente) Ya ves voy a superarlo por 2 vez, así q sí q se puede, besos

Miriam dijo...

Dicen que la primera vez duele más que ninguna, que luego una no se entrega igual y por tanto no se sufre tanto... es verdad??? Un besito!