jueves, 16 de octubre de 2008

¿Quien eres tú?

Hoy me he encontrado con dos personas que no sabían nada de nuestra ruptura, y con otra que sólo sabe que X me dejó hace tres meses y lo mal que estaba al principio. Todos ellos me han preguntado cómo estaba y yo les he respondido que bien. Incluso me he atrevido a bromear con ellos, tanto que al llegar a casa me dolía el corazón de sonreir intentando sacarle la cara alegre a la vida. He llegado derrotada y sin hambre a mi cuarto y me he acostado. Directamente. Y es que cuando la realidad me alcanza no sé cómo seguir viviendo, porque no sé quién soy sin él.

Conozco bien a la Miriam de principio de verano, pero no sé quién soy hoy. Unos días tristes, a ratos animada y confiada, en otros momentos hundida y desesperada... Al perderle, me he perdido a mí misma, o a la que era entonces, al menos.

Mi psicóloga dice que toda persona tras una ruptura es como un frasco de perfume vacío, y que para superarlo tiene que crear su propia fragancia. Yo, sin embargo, haré el perfume a ratos de mala gana y mirando de reojo el pasado, aunque todos me riñan por ello y tenga que luchar contra viento y marea. En otros momentos, lo haré encantada de pensar que tengo que hacerlo por si vuelve a mi lado.

Y es que a mi corazón no le gusta esta nueva Mimi y se pelea a diario con mi cabeza.... y entonces, como leía ayer en un blog amigo, y adaptando la frase a la situación, mi corazón reconoce lo bien que me encuentro ahora respecto al principio, pero no se conforma porque siempre recuerda lo feliz que era antes... "Ya, puede que tengas razón, pero es que tú no sabes lo que he tenido" decía su frase...

Es como cuando Alicia conoce el País de las Maravillas, y deja de ser como era antes. Porque Alicia no puede ser la misma en un mundo mágico que leyendo sola bajo la sombra del árbol del principio. Pero el País de las Maravillas tiene fecha de caducidad y no quiero imaginar la desesperación de la pequeña cuando vuelve a verse con la única compañía de su hermana y aquella niñera repelente...


En el Capítulo V, la Oruga pregunta a Alicia:
-Quién eres tú?

Y la niña responde:
Yo... Yo... no ssé muy bien, señor, ahora ... Por lo menos sé quién era cuando me levanté esta mañana, pero me parece que he debido cambiar varias veces desde entonces.

-¿Qué quieres decir con eso? - dijo la Oruga en tono severo. ¡Explícate!


-Me temo, señor, no poder explicarme a mí misma -dijo Alicia -porque yo ya no ssoy yo, ¿ve usted?


4 comentarios:

Yo dijo...

Qué bonita entrada, me ha gustado mucho la comparación de Alicia, no podría estar mejor explicado. Yo hoy me quedo con una frase tuya: "lo haré encantada de pensar que tengo que hacerlo por si vuelve a mi lado". Siempre, siempre nos queda esa, a veces, estúpida esperanza, a pesar de todo. Lo más difícil es soltar.
Te recomiendo una lectura que a mí me ha ayudado mucho: "Las tres preguntas: ¿quién soy?, ¿adonde voy? y ¿con quién?"; de Jorge Bucay.
Un beso.

Miriam dijo...

Guapa!!
Me alegro de que te haya gustado!!! Jo!!! La verdad es que ahora, con la edad, entiende una algunas cositas de las películas animadas que antes se nos escapaban... Estoy por revisar algunos clásicos porque creo que hay mucho material escondido... :)

Y respecto al libro, voy a ponerme a ello, porque ahora mismo toda respuesta es poco a esas tres preguntas...

Espero actualizaciones prontito en tu blog eh!!
Un beso grande!!

Yo dijo...

Te propongo una cosa: no te conozco, no sé cómo eres de impulsiva, no sé si a tí te pasará lo mismo pero desde que estoy en esta sitación, muchas veces siento el impulso de coger y dejarlo todo por un tiempo, unos días, un rato sin previo aviso y la verdad es que yo soy capaz de hacerlo pero mi ambiente tiene demasiadas ataduras a Madrid y cuesta despegarles del suelo, y tú? ¿tienes demasiadas ataduras a Granada o te atreverías a hacer una locura improvisada con una desconocida?

Miriam dijo...

Pues este finde voy a Madrid con unos amigos, pero estoy segura de que puedo sacar tiempo para un cafe... te apetece?