sábado, 13 de septiembre de 2008

Sólo un beso...



Dicen que esta foto es un montaje, que no fue realmente un beso espontáneo que nació entre dos jóvenes al terminar la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, sigue siendo mi fotografía favorita.
Dicen que la foto de los obreros de Nueva York en la que aparecen comiendo sin cascos sobre las vigas de construcción de un rascacielos es un montaje, que realmente no estaban a esa altura o que abajo había una red que les aseguraba la vida, sin embargo, sigue siendo tu fotografía favorita.
Somos así de cabezotas, así de parecidos.

Puede que la realidad no sea en ocasiones lo más importante. Puede que los sentimientos que despiertan una foto sea más importante que la realidad que le dio vida. Eso siento yo por ti.

Te vas a Milán en 10 días, pero quisiste despedirte hoy de mí. A ratos pienso que no podías soportar más tiempo sin verme. Y en otros momentos creo que simplemente has querido quitarte esa cita de la lista de cosas a hacer, para dejar los últimos días libres para familia y amigos, los que son tu "hoy", tu presente, los que actualmente forman parte de tu vida.

Sin embargo, esta mañana he sentido que sigo siendo parte de tu vida, aunque la realidad no me de la razón, como en nuestras fotografías preferidas. No has parado de sonreir desde que me has visto, y en ciertos momentos, nos quedábamos mirandonos desafiantes, clavando la mirada del uno en los ojos del otro, como si con ellos pudiesemos decir lo que nuestros labios callan, que nos gustamos. Tan simple como eso.

Nos gusta estar juntos, nuestras personalidades encajan a la perfección y la mirada lee cierto deseo. O eso he sentido yo.

Lo que nos separa es un muro muy alto, de esos por los que puedes vislumbrar lo que hay al otro lado cuando te pones de puntillas, y durante un segundo casi crees ver con nitidez la hermosura de lo que te separa esa barrera de ladrillos, construida sobre mis ilusiones, mi entrega y mi amor por ti.

A nosotros nos separa tu ilusión por irte de Erasmus, unos últimos tiempos de relación en los que no supimos funcionar con la perfección de siempre y dos meses de ruptura. Un muro muy alto que no puedo derribar, por muchas sonrisas que te regale, por muy comprensiva que intente ser y por muchas mañanas que quedemos como hoy.

Lo que me queda el encuentro de hoy, es lo que le quedó a Iman de consuelo cuando se fue a la guerra en Cold Montain tras a penas haber visto tres veces a la chica de la que estaba enamorado, "un montón de recuerdos que son como un saquito de diamantes". He pasado contigo una hora maravillosa que me visualizaré en mi cabeza una y otra vez estos tres meses hasta que pueda volver a quedar contigo. Recordaré lo guapo que estabas, la sonrisa tan preciosa que tienes, el leve temblor de tu mano cuando la cogi entre las mías para verte las uñas, tu mirada divertida y desafiante, ese carácter tan maravilloso que tienes y ese último abrazo de despedida.

Estabamos separados el uno del otro por un par de metros y te pedi que te acercaras, entonces, alcé mis brazos y te rodee con ellos. Fue un consuelo sentir tu respiración contra mi pecho, y una alegría notar como me apretabas contra ti con suavidad pero firmeza, como si quisieras abrazar mi alma y pedirle que se cuidara en tu ausencia. Fueron algunos segundos, porque no ha sido de esos abrazos casuales , sino una comunión perfecta de dos cuerpos que se descubrieron el uno al otro y se han pertenido durante cinco años, y que se echaban de menos tras dos meses de separación.

En ese momento, giraste tu cabeza y me besaste en el pelo.
Y fue un beso cargado de dulzura y sentimiento.
Y pude sentir muchas cosas que no se corresponden con la realidad, como cuando miro mi fotografía favorita.
Luego tuve que darme la vuelta e irme sin preguntarte si tú sentías lo mismo, porque ahora no es nuestro momento. Tú no estás para mí porque vives entregado a otras ilusiones.
Sólo fue un beso, pero fue un beso tuyo. Todo un universo para mí. Un beso en el que he sentido que hay una razón para vivir escondida en tus labios, aunque la realidad, como en nuestras fotografías preferidas, sea otra.

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